ME HE TRASLADADO A www.kialaya.com/blog

EN BREVE SERÁS REDIRIGIDO A MI NUEVO BLOG.

jueves, 21 de junio de 2007

A voces


El otro día estoy tranquilamente comprando un dulcecito en una panadería cercana a mi casa y en esto que entra una señora por detrás y de repente escucho, pero como si hubiese dos altavoces a plena potencia detrás mía:

“Niñaaaa, cómo ánda? Uy, que te veo morená y tó, muxa playa , que sí, eh? Si á te igo guarrona, aquí trabajás ná. Mi marío sí que se muele palos”

Yo no me meto con la manera de hablar de la señora ni su vocabulario ni nada, cada uno es muy libre de tener el que quiera, pero es absolutamente imperativo que me destroce a mí el tímpano para poder tener la conversación? Es que no sabemos adecuar nuestro volumen de voz a las circunstancias o locales? Jolines, que las cuerdas vocales también sirven para hablar con un tono normal. Yo tiendo a tener un tono de voz a veces demasiado alto pero esto es que era a “grito pelao” dentro de una tiendecita en la que a duras penas cabemos 5 clientes.

Me recuerda que otras veces he pensado cuando iba en un autobús lo que me gustaría que la gente fuera capaz de ir en silencio. No os habéis dado cuenta en el autobús de que sois capaces de enteraros de la vida personal de tó dios? Pero qué necesidad tengo yo de enterarme de las privacidades de tal o cual persona, yo no quiero pero es que tengo a las dos niñas de 17 a cuatro asientos de distancia y no puedo evitar enterarme de la postura que eligió el novio pa desvirgarla. Lo está contando a voces!! Arrrggg. Primero, esas cosas se cuentan en una voz MAS BAJA, muuucho más baja, y segundo, yo no lo contaría en un puñetero autobús que te puede escuchar a saber quién. Vete y enciérrate con tu amiga en tu cuarto y se lo cuentas allí tranquila. Jesús!

Y ya el remate es cuando una tía, nuevamente en la otra punta del transporte público está contándole a pies juntillas sus problemas de salud con perfección gráfica al estilo CSI a su amiga por el móvil, y claro, como la cobertura es mala, pues a gritar se ha dicho. Salí escopetada en mi parada con la palabra "pus" todavía resonando en mis orejas. Que ascoooooooo!!!!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

yo no entiendo por que la gente habla tan alto... x eso a mi me gustan los lugares tranquilos y la musica con un bit reducido.

Anónimo dijo...

jajaja lo de la señora me ha recordado a mis veranos en Fuengirola. En Málaga si que hablan a gritos. Sobre todo cuando ven a un conocido a un kilómetro de distancia y suelta un: "killooooooooooooooooooo!

saludos.

Anónimo dijo...

Kialaya, te encuentras con cada personaje.

La realidad es que hay mucha gente que está acostumbrada a hablar con un tono de voz bastante alto, y al encontrarse en lugares donde es difícil comunicarse, es normal que este "personaje" alce aún más la voz para sentirla por encima de las demás.

En cuanto a las chiquillas que comentabas y la otra chica con problemas de salud, se puede aplicar lo mismo además de un plus de "no tengo vergüenza" o "no me importa que lo escuchen porque son desconocidos".

En fin, yo creo que no puedo criticar a alguien porque soy el primero en distraerme con lo que cuentan si no llevo música a cuestas ;)

Anónimo dijo...

La verdad es que es verdad que en muchos sitios se tiende a subir la voz demasiado.
Yo de entrada tiendo a tener un tono alto de voz pero hay lugares donde la gente grita aunque la persona con quién esté hablando esté justo delante.